Las emociones son un conjunto de cambios en nuestro cuerpo que nos preparan para actuar de una forma determinada. En principio, su duración es muy breve. Sin embargo, los adultos, con nuestra capacidad de recordar el pasado y planificar hacia el futuro, somos “capaces” de mantener una emoción mucho más tiempo, hasta convertirla en un Estado Emocional.

Este video nos muestra, de forma entrañable, lo que dura una emoción… ¡si no la alimentamos! El niño cuando siente miedo, llora, expresa esa emoción. En el momento que aparece la mami, y el peligro desaparece, la emoción cambia… alegría. Es habitual ver en los niños más pequeños cómo pueden cambiar de emoción en cuestión de segundos; las emociones cumplen su función: recibir atención, expresar descontento, alegría.

En los adultos, con la aparición del lenguaje – y el lenguaje interno -, tenemos la capacidad de recordar y de anticipar. Así que nos podemos quedar «dando vueltas» a una situación: «¿y porqué no habrá venido?», «es la tercera vez que me lo hace», «esto me pasa por ser así»,… De este modo, una emoción la podemos convertir en un estado emocional.